En cuestión de presentarnos un estilo de diseño, de vida totalmente distinto al nuestro, María Eugenia Pérez Burger Diseñadora gráfica graduada de ORT nos comentó acerca de su estadía en Seúl, Corea del Sur.

A mediados de principios de este año terminó su viaje por Corea; allí realizó un master y a aprendió el idioma del país por medio de una beca. Para poder irse aplicó a varias universidades y cuando una la aceptó pudo hacerlo. Primero hizo el curso del idioma y al salvar el examen final luego hizo el master en su especialidad.

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Los cuentos de sus experiencias nos demostraron un mundo totalmente distinto al nuestro y no solamente hablando de la cultura. Es asombroso como los seres humanos tenemos costumbres y comportamientos que se asemejan totalmente desde las vestimentas que se usan, las comidas que se sirven y cómo se sirven hasta las relaciones entre unos y otros.

En particular Corea del Sur cuenta con 50 millones de personas y el 75% de la tierra son montañas. Por eso es que se da tanta conglomeración de personas. Este fenómeno genera que las casas en las que viven sean muy pequeñas donde las camas se crean con un colchón o mantas en el piso que se posicionan para dormir y luego se guardan. Son casas muy prolijas con pisos calefaccionados a las que se entra con los pies descalzos dejando los zapatos en la puerta. Esta cuestión además repercute en la utilización de las montañas; las mismas son un escape de la ciudad en el que las personas hacen largas caminatas en busca de la paz. Se aprovechan mucho los espacios verdes.

La diferencia cultural es abismal, se preocupan por la armonía, en todos los sentidos. Son muy ordenados y no existe el “robar” pues al ser armoniosos implica respetar al otro; para ellos está mal ser distinto, a diferencia acá en Uruguay somos individualistas e independientes, allá se ayudan y comparten un montón de cosas de la vida diaria. María en particular comenta que:

“Afortunadamente pude aprender rápido a ser tolerante. Es un lugar totalmente diferente a uruguay desde los espacios hasta la gente. Y si, lloré mucho y hubieron momentos en que extrañé mucho más pero a la vez fue divertido y super interesante. Además de aprender mucho de diseño y del idioma me hice fuerte.”

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Continuando con cómo son las personas en este remoto país es sorprendente la educación que reciben desde sus inicios. Los niños tienen que hacer todo bien, y no tienen mucho tiempo para jugar, de 7 de la mañana a 10 de la noche estudian: primero van a una escuela en la que aprenden lo básico para luego ir a otra escuela en la que generalmente lo que hacen es aprender instrumentos musicales, más de uno. Tienen un nivel de exigencia muy alta, estudian muchísimo, por eso cuando llegan a la universidad se descansan un poco. Lo que nos comentó además es que tienen una tasa de suicidio muy grande por la presión que se les impone desde chicos.

Son exigentes hasta en término de relaciones amorosas, a los 30 tienen que estar casados, si son de clase alta o media arreglan los matrimonios sin importar los sentimientos, y si tenés 20 y pico y no tenés pareja llaman a una agencia de contratación. Para las mujeres es una cuestión muy importante el verse bien para conseguir pareja. Como mencionó María las mujeres asiáticas son unas “muñecas delicadas” siempre andan muy maquilladas con base bien blanca y labios bien rojos sin importar la hora del día ni la edad; además la mayoría de las chicas tienen cirugías en los ojos se hacen el doble parpado y se agrandan el ojo, son muy pocas las que no y también se hacen la nariz acomodándose el caballete. Los hombres también se arreglan y se preocupan mucho por la apariencia. Se cuidan mucho, hacen mucho ejercicio y comen muy bien, además son de ir mucho al sauna. Tienen otra dinámica de vida. En los fines de semana suben a las montañas o a jugar a algo: como tienen poco lugar en sus casas son de salir mucho, les gusta ir mucho a los cafes y bares con karaoke.

 

Todo es para el amor; se hacen muchas promesas aunque el nivel de promiscuidad es elevado. Las parejas son muy particulares al punto que se combinan absolutamente todo, hasta se ponen exactamente la misma ropa. En esos términos María se sintió muy agradecida de cómo vivimos acá porque somos más libres y podemos divertirnos tenemos tiempo para eso. Ellos viven felices pero es lo que conocen, los que salen tienen otra visión. Todo está diseñado para parejas, hasta las porciones de los restaurantes son para dos.

En cuanto a cómo se comportan, en particular los coreanos le tienen mucho respeto a la personas mayores, hasta hay un vocabulario especial para dirigirse a ellos. Aunque también se le debe de tener respeto a las personas que tienen dinero. No se puede contradecir a los mayores ni a alguien de rango mayor.

Hablando un poco de la política en la que se basan aparentemente aunque sea un país democrático, no es democracia: trabajan mínimo 10 horas por día y tienen solamente 5 días de vacaciones al año que puede que estén separados, no pueden tener más. Deben de atenerse a lo que el jefe tenga ganas de que hagan. Su vida es trabajar mucho para producir, para casarte, tener hijos y que tus hijos estudien mucho para ir a la universidad y para luego mantenerlos al ser viejos. En cuanto a la separación de corea del sur con corea del norte, aparentemente María estando en corea del sur no se enteraba de nada de las confrontaciones. Aunque una vez por mes hay como cadena nacional por parlantes en las calles en todo el país en la que hablan de los planes de evacuación y siempre tienen simulacros pero no se sabe nada de lo que pasa. El gobierno está tratando de crear una conciencia y una unificación a lo que los mayores si apoyan porque la mayoría tiene familias del otro lado pero los más jóvenes solo opinan que sería muy caro.

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Para cerrar esta publicación debo decir que las anécdotas de Pérez Burger me dieron a conocer más a fondo un terreno que para mí siempre ha tenido sus clichés de película. Es asombroso todo lo que la diseñadora nos contó de este territorio con sus costumbres y cultura peculiares. Este tipo de viajes como el que hizo María son de los que dejan muchísimas enseñanzas que nos hacen crecer no sólo como personas sino que sobretodo como diseñadores; se adquieren distintas visiones de las cosas que hacen que uno tenga más temáticas para abordar y la creatividad tendrá variados conocimientos en los que apoyarse.